Diciembre es generalmente la época del año en la que te preguntas ¿qué de lo que hice me dió resultados?, ¿Qué esfuerzos no me brindaron resultados?, ¿Estoy donde quiero estar? Cada día es siempre una oportunidad para reflexionar sobre el esfuerzo que requieres para alcanzar tu meta anual.

Alcanza tu meta

Para el mes de Febrero el 80% de la población abandona sus propósitos de año nuevo.

Todo atleta tiene una meta, toda gran empresa tiene una meta, ¿Cuentas con una meta anual profesional? Imagina estar en una carrera y no saber dónde está la meta. Debes tener una meta para alcanzar la libertad financiera.

Cuando los objetivos no son lo suficientemente grandes, es fácil renunciar a ellos si el entusiasmo se agota. Es por ello que tantas personas vuelven a sus viejos hábitos en el primer bimestre. ¡Si quieres vivir la mejor vida que has tenido, el mejor año de todos, debes tener un plan!

Crear una disciplina y comprometerte con tus propósitos te ayudará a mejorar tu estilo de vida y estarás más alineado con tus metas.

Cuando desarrolles la disciplina que necesitas:

  • Sentirás que estás ganando
  • Serás más feliz
  • Tendrás mas energía
  • Incrementarás tu confianza

Crea un plan para lograr el mejor año de tu vida.

Llega a donde mereces estar, no a donde crees que quieres estar. Anota diariamente tus metas «Debo llegar a este número para tener nuestro mejor año y debemos llegar a estas metas para que sea el mejor año que hemos tenido como familia.»

¿Cómo vas a ejecutar tu plan?

No va a ser un mejor año si no te relacionas, si no colaboras, si no te reúnes con gente grandiosa, personas que sean un buen ejemplo. Deja de lado a los perezosos.

Generalmente la gente crea propósitos:

  • Sin un plan
  • Sin la voluntad de ejecutar metas

Tu responsabilidad como emprendedor

No se trata solo de hacer lo que amas, se trata de hacer lo necesario. Si crees en tu propuesta de valor entonces es tu obligación llevar tu producto o servicio al mercado. Aprende a cerrar una venta y siempre tendrás trabajo y dinero. Tendrás un flujo constante de clientes y una agenda llena.

Fija metas para resolver problemas

¿Alguno de estos “consejos” te parece familiar?

  • Ahorra dinero, algo malo puede pasar
  • No gastes mucho
  • No te endeudes
  • Compra un auto usado

Aunque bien intencionados, el problema con seguir este tipo de consejos son las limitaciones que se crean dentro de cada persona, refuerza límites en tu vida, en tu potencial y en tus habilidades.

Si tienes los mismos problemas año con año, fija metas tan grandes que tus problemas se vuelvan nada en comparación con ellas.

Regresa a cada persona a quien presentaste una propuesta el año pasado.

Si estás llamando y los prospectos no te responden o no te devuelven la llamada, o te piden que envíes tu contrato y no lo recibes de vuelta, o acceden a reunirse pero no se presentan, no te desanimes, son experiencias que al final se vuelven parte de tu conjunto de habilidades y contribuyen al fortalecimiento tu determinación.

1. Revisa tu CRM, hoja de cálculo, libreta o cualquier método que utilices para gestionar tus clientes y prospectos. Llama a todos los prospectos con quienes no concretaste una venta y se quedaron en cualquier etapa de tu proceso de ventas. El objetivo es concretar las ventas que no lograste el año pasado, olvida las llamadas en frío por ahora y visita de nuevo estos clientes potenciales.

2. Contacta a cada cliente con quien ya estás trabajando y cierra un nuevo contrato o colócalos en un nuevo plan o adición al servicio o producto que te compraron en el pasado. Averigua cómo puedes aportar mayor valor al que ya están obteniendo.

3. Reestructura tu oferta de valor o paquete para que sea más atractivo para tu audiencia, esto te permitirá administrar mejor tu inventario y potencial para satisfacer sus necesidades.

Estas son personas que ya te conocen y conocen tu producto o servicio, y en cierto grado ya no son personas a quienes abordarás en frío. Con el paso del tiempo tu producto pudo haber cambiado, los problemas de tus prospectos pueden haber cambiado, la administración de su empresa pudo haber cambiado, sus necesidades pudieron haber cambiado o su situación en general pudo haber cambiado.

Si la oferta es la correcta, el producto o servicio son los adecuados y el problema de tu prospecto continúa sin resolverse, cualquiera a cargo de la toma de decisiones va a proceder con la decisión de compra.